martes, 18 de enero de 2011

15 DE ENERO

Voy camino del lago Victoria. El lago Victoria es el segundo lago más grande de agua dulce y el mayor de África, que se extiende por los territorios de Kenia, Tanzania y Uganda. En el hay hipopótamos y cocodrilos.
 Al final, aunque me habían dicho que no merecía mucho la pena, he decidido venir porque en el fin de semana la construcción está parada. Aunque casi venir a verlo es más una cuestión sentimental que otra. Hace unos cuantos años que vi un documental "La Pesadilla de Darwin", me impacto bastante, en el contaban la degradación ecológica del Lago Victoria. En los años sesenta se introdujo la perca del Nilo, una especie que crece muy rápido; el objetivo era exportarla ya que con su carne se pueden hacer muchos filetes. Pero el desarrollo masivo de este predador ha provocado la extinción de muchas especies endémicas.
De hecho, la perca del Nilo se exporta a numerosos países, se lleva a Nairobi a una compañía que se llama Ihika y desde ahí se exporta. En España también la tenemos, si podéis comprobarlo, en las pescaderías se vende como filetes de perca.
Aparte me han contado, que bastantes niños no quieren ir a la escuela porque prefieren pescar. Es dinero rápido.
He decidido venirme en los "coach bus", aunque suenan a super autobús, no no os engañéis, es uno de esos que nosotros desechamos. La otra opción era ir en "matato", una especie de furgoneta, con la música a tope y como sardinas en lata, en un momento sin que te des cuenta, te han invadido tu espacio físico. 
Además de que era de éstos que podía estar esperando mucho mucho rato, ya que hasta que no se llena no sale.
De todas formas  lo que no te pase aquí….
En la fila de asientos de al lado, un hombre mayor no paraba de sonreirme, hasta que al cabo de un rato me ha pasado un papel. Al principio no sabia lo que era, hasta que he conseguido enterarme de lo que quería: ¡venderme un seguro de vida!
A lo largo del camino múltiples escenas africanas: niños y mujeres vendiéndote de todo, leche, cañas de azúcar, caramelos, galletas, conejos, pieles de cabra, plátanos, mangos…paisajes amarillentos esperando la lluvia que no llega, campos de maíz, patatas, plantaciones de té, ¡Kenia exporta mucho té!, es una herencia de los británicos. Y como no la mujer trabajando en ellos.
He estado pensando que quizá para los profes de los coles de esta zona podría pedirles que enseñaran a los niños pequeños algo de igualdad de género. Quizá las alumnas de educación infantil tengan algún material, ¿ha alguien se le ocurre algo?
Siete horas para 355 kilómetros, no esta nada mal la media.
En Kisumu me esperaba Denis, otro amigo de Kamau. No se lo que me deparará el fin de semana. Pero sonrío a la incertidumbre.

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