martes, 15 de febrero de 2011

14 DE FEBRERO

Llegó la lluvia. Después de meses esperándola, es una bendición, repiten todo el rato. Ayer me pilló en la montaña porque llegó sin avisar, así de repente. Hacía frío, me recordó a los chaparrones de las tardes de otoño. Después olía a tierra mojada, colores más brillantes, los rojos más rojos y los amarillos más amarillos. Barro y charcos, esta tierra tan seca y arcillosa no consigue chupar todo el agua que ha caído. Con la lluvia vienen los cortes de electricidad y las dificultades para moverte de un sitio a otro. Esto lo estoy escribiendo a la luz de una vela, tiene su encanto.Dicen que éstas no son las lluvias largas, que con las lluvias largas puedes quedarte en casa encerrado sin poder salir, esperando a que pasen.


Africanísima situación. El cole se suponía que lo inaugurábamos hoy, a la vez que lo pintábamos. Lo de pintarlo era la semana pasada, porque en aquella reunión que tuvimos con ellos, todos aceptaron ayudarnos. Pero el día que habíamos quedado en hacerlo no apareció nadie. Pintamos las puertas y las ventanas y lo dejamos. Yo me he empeñado en que nos ayuden, así que ayer cuando empezaron a aparecer, el chief y compañía les dije que hasta que no pintaran y aclararan el terreno para los niños el cole no empezaba. Allí les dejé con las pinturas y los machetes. Me pregunto que habrán hecho. ¡Tengo curiosidad!

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